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2012(e)ko ekainaren 20(a), asteazkena

CÓMO CIERTOS PENSAMIENTOS ACUDEN A NOSOTROS PARA SERVIRNOS DE GUÍA:

Nada ocurre por casualidad, que caminemos tranquilamente y un gran número de cosas y encuentros ocurran no son fruto del azar, esos caminos se nos presentan por alguna razón y esas personas están ahí por otra, en nuestro criterio está discernir qué caminos, que opciones o qué interacciones pueden merecernos la pena. Para dilucidar esto debemos estar conectados con la energía, con la fuente, luego percatarnos de detalles aparentemente sin importancia a fin de determinar qué opción o acción puede tener mensaje para nosotros.
Si hablamos de optar por un elegir una dirección u otra, debemos concentrarnos en ambas y observar el entorno, discerniendo cuál por alguna inexplicable razón nos parezca más atractivo, y no necesariamente por su belleza, sino como una intuición.
Si soñamos algo, debemos analizar este sueño para tratar de descubrir un posible mensaje oculto. Esto se acentúa si el sueño se repite. Las pesadillas nos traen los mensajes más importantes. La trama del sueño hay que compararla con la historia de nuestra vida para comprender su significado. Hay que estar atentos, porque muestran hechos o posibles hechos de nuestra vida en los que no habíamos reparado.
Cuando divagamos en ensoñaciones también hay que estar atento, puede que nos veamos en algún lugar haciendo algo concreto, solos o con alguien determinado, puede que debamos provocar ese encuentro o acudir a ese lugar a fin de buscar lo visualizado, buscar la coincidencia. Si estamos bien conectados, la energía nos muestra el camino antes de que ocurra, y todo aparece como una coincidencia de elegir la opción correcta, lo cual nos llena de vigor y nos hace sentir más vivos. Si el pensamiento o la imaginación de algo acude de improviso a la mente, guarda un significado.
En definitiva, debemos estar alerta a las coincidencias o intuiciones, y de las que se nos den tratar de averiguar cuáles merecen la atención y cuáles podemos descartar, porque al en un lugar concurrido no podemos hablar con todos a la vez, quizá tengamos que elegir por circunstancias de tiempo entre una opción y otra, así pues estas señales nos pueden ayudar a averiguar qué será más provechoso. Tener presente todo esto, nos ayuda a estar prevenidos con lo que ha de venir. Cuando un pensamiento acude a la mente debemos preguntarnos por qué, por qué acude en ese momento concreto y qué relación puede tener con nuestra vida, debemos adoptar la postura de observadores.
De igual modo, los pensamientos negativos, las ensoñaciones de este tipo, hay que rechazarlas en cuanto aparecen. A continuación vendrá otra imagen, otra con buenas consecuencias que se impondrá en nuestra mente. Pronto las imágenes negativas ya no se producirán casi nunca. Nuestras intuiciones se referirán a cosas positivas. Si después de ello, sin embargo, aparecen imágenes negativas, han de ser tomadas muy en serio y no seguirlas, pues es una precognición casi segura, como por ejemplo si tuviéramos la imagen de un accidente de tráfico y poco después se nos presenta la ocasión de un viaje en coche, no hay que aceptarlo.


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